miércoles, 12 de septiembre de 2012

Pre-textos

Esta no es una entrada en honor a ninguna editorial ibérica. Más bien es una reflexión, en medio del fragor de la semana, sobre la cantidad de entradas que tengo en borrador. Y pienso: qué pasará con la crítica genética cuando se ponga a estudiar en el futuro a los autores de nuestra década y no encuentren sus manuscritos. Tendrán que, además, ser piratas de los sistemas para hackear los portales de los blogs y mirar los pretextos, las entradas que se empezaron a escribir y no se acabaron, las evoluciones. Aunque el word ya nos hizo mucho daño a los amantes de la ecdótica: salvo que trabajes con control de cambios (¡lo adoro!: la maestra Siruela no descansa), esto de los blogs imagino que se convertirá en un soporte mucho más hermético. El tema me lo dejo para mí misma, cuando -mediando los cincuenta- ya no sepa más qué hacer y se hayan inventado otra parva de cosas insignificantes.
De todos modos, la nuestra será una generación que se convertirá en polvo, así que no sé porqué me molesto.
Debo una entrada a un paseo por Nueva Helvecia del fin de semana. Lo haré cuando salga de esta pila de papeles. Y, de paso, porque sé que será comentado: nuestro seseo hace que descuidemos la ortografía: no maestro ciruela, sino Siruela: http://www.lanacion.com.ar/993773-el-refran-del-maestro-siruela

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