martes, 25 de marzo de 2008

La indirecta


Hablábamos así, con la brújula siempre al sur. Recordábamos el atiborro y el caos andante. Y la lucha por los deseos y el adaptarse, y la viveza criolla y el rebusque. Buscavidas: siempre-más, no-me-conformo, tengo-que-seguir-probando. No sé qué le dieron a nuestra leche materna. Nacimos pensando en tirarnos en paracaídas. Hacemos siempre cosas de pioneros, nos arremangamos. Ensartamos collares, plantamos un negocio, damos sesenta horas de clase. Soñamos con que las cosas van a ir mejor. Armamos un asado el domingo para que, entre plato y plato de madera, le tiremos una de nuestras indirectas al amigo:

che, ¿andás bien?

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué genial! Casi me da nostalgia a mí, que estoy acá.