Mi tercer día de pesquisa arruinado por una marcha oficialista. No es para tanto, pero qué malhumor. Necesito hacer una mini catársis, aunque ya lo hice con la pobre Laus que me atendió el celu cuando acababa de ser rechazada en dos bibliotecas públicas. No hay entrega de material. No vinieron a trabajar. Cerrado por desinfección. Los obligaron a ir a la marcha de Kirchner...que lo tiró!!
Igual es un día espléndido. Un día de verano en invierno. Unos veinte grados asolan la ciudad, todo en armonía. Me crucé por Recoleta con varios manifestantes (pero no de la marcha K, sino ruralistas, con boinas tejidas, banderas grandes, alpargatas). Y yo me preguntaba porqué. Lo vengo haciendo hace días. Porqué.
En la puerta de un jardín de infantes, me topé con un cartel que me emocionó. Comprendí que fuimos educados en este clima desde chicos. Y en el amor a la bandera, a la casita de Tucumán, a todos los paisajes del mundo de nuestra tierra. Fuimos educados en la unidad de los actos escolares.
Desde que tengo memoria, pedimos por la paz.
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