Me abordó al terminar la sesión del taller y me habló de la publicidad, del modo de hacerla, y de la creatividad de mi país. Sonaba a tópico, pero de los muy ciertos, y yo me vi asintiendo sobre una realidad evidente, recordando escenas de la sosa propaganda local.
Hoy, en el diario: un buen hombre, dueño de una concesionaria de autos de La Plata, recurrió al ingenio para no colapsar: propuso un vino de honor para celebrar el décimo asalto de su negocio en muy pocos meses:
http://www.lanacion.com.ar/Ser creativos...¿necesario para sobrevivir?
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