miércoles, 14 de enero de 2009

Dormir a pata suelta


Devenir padres nos enfrenta a nuestra primera infancia. Ahora que mamá está cerca, le puedo preguntar cosas que antes no se me habían ocurrido sobre mis primeros días de vida y los de mis hermanos. Y así me vengo a enterar de muchas cosas, por ejemplo, de los sacrificios vividos con normalidad y el modo de disfrutar de ellos. El placer de ver al cachorro nos llena, pero no olvidamos que dormir era un lujo, un bien que disfrutábamos al por mayor. Nuevas cosas viejas de nosotros mismos. Dormir a pata suelta.

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