Bar Tahona, jueves, 20.55 de la noche. Un mozo limpia mi mesa, mientras yo me apuro por guardar los archivos en la portátil.
- Ay, esperame un segundito que ya termino, ¿sí? (cliqueo el "sacar hardward con seguridad")
El chico hace un gesto comprensible, mudo; pero ella, no. A su lado, levanta las sillas, latiga con la mopa los muebles, hace chillar contra el suelo las patas de las mesas...
- Ah, no. Terminar, terminas. Acá se cierra a las nueve. Si no te vas, te echamos- responde por él. Latigazo navarro: el cliente nunca tiene la razón.
- Ajá, no te preocupes, entendí perfectamente, estuviste muy clara...- levanto las cejas, sin sacar la mirada de la portátil, compadreando.
Por primera vez, después de cuatro años, me animé y contesté.
4 comentarios:
Humm... Pensaba que con la moda de lo políticamente correcto la gente se cortaba con las borderías. Veo que estaba equivocada.
Saludos amistosos en un intento de limpiar la mala educación de algunos.
sí a las contestaciones!!! me sumo a la plataforma www.notengoporquecallarmeyhaceelesfuerzodeentendermeporqueyotambienlohago.com
miles de besos a los 3! (contestáme los mails mae!)
Muy bien, Maeíta, muy bien! Ese es el espíritu: contestemos a las borderías, no nos dejemos tragar por ellas! Lucha, lucha!!! Síiiiii!!!
AbrazoS revolucionarioS
vamos eugeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!
como clavar la bandera en tierras españolas!!!!! (y "de alguna manera" conquistar!!!jajajaj...
q te contesto?
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