
Hay gente que dice lo que piensa; otros que pueden escuchar los pensamientos ajenos y también existen personas como Vivi, que va siempre con sus auriculares y canta en voz alta las estrofas del tema que escucha.
El otro día, en esta calle, de camino a casa, Vivi se cruzó con una fila de señoras y sus bolsas de la compra. Pesadas como charlatanes, lentas como en una procesión. Al pasar a su lado, le tocó entonar:
Ni un centavo te cuesta este beso,
pues mi alma lo paga...
Loca!
fue lo más suave que le gritaron, siempre hacia adentro.
El otro día, en esta calle, de camino a casa, Vivi se cruzó con una fila de señoras y sus bolsas de la compra. Pesadas como charlatanes, lentas como en una procesión. Al pasar a su lado, le tocó entonar:
Ni un centavo te cuesta este beso,
pues mi alma lo paga...
Loca!
fue lo más suave que le gritaron, siempre hacia adentro.
1 comentario:
sólo espero lo mismo por eso.. hasta el fin de la saga...
me vas a pagar el haberme pegado de nuevo esa canción.
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