lunes, 11 de enero de 2010

Firenze

Conocerte es mejor así, con un par de amigos, en casa Oltrarno, después de haber dormido siesta, con comida casera, con los ojos no de turista sino de local..

Adoro conocerte así. Desde adentro, y perdiéndonos, yendo a ver partidos de fútbol y conventos y  museos y librerias donde, entre estanterías jugosas, mi bimbo juega en el suelo con sus zapatos mientras yo me reencuentro con Mario Praz.

6 comentarios:

Pecé dijo...

¿Lo viste al Turro de Mario Pratz? Yo no lo ví, con que debés haberlo visto un ratito nomás, de pasadita. Sí, claro, todo el cuento ese de las láminas etruscas y eso, ¿no?

Mae Ortiz dijo...

Los estruscos son el mejor tesoro encontrado en Florencia. Quedarán muy bien en el living, arriba del sillón, todo en colores tierra.

Melusina dijo...

Mario Pratz, Mario Pratz!!!! (Quise reconciliarme con él y dejar de lado el megaburrimiento que me producía en otro tiempo, y me leí Mnemosyne. Seguimos igual)
Por cierto, Pecé, los colores tierra relajan y producen largos y felices años de vida conyugal, que lo sepa.

Mae Ortiz dijo...

Praz, chicos, praz...ya lo chequeé. A mí no me aburría! Gran consejo.

Pecé dijo...

Gracias Melusina, tal vez tengas razón. Enterraré al fondo del jardín un par de etruscos gays que quieren bailar en el pasillo de casa. No soy homófobo, no se trata de personas sino de dos láminas trantornadas y horribles. A los romanos les debemos muchas cosas, pero pocas como haber conquistado a los etruscos.

Melusina dijo...

Es verdad dottoresa, era Praz nomás. Es que le cambio el apellido pa' no aburrirme, jajajajaja!
Pecé, muy a mi pesar tengo que coincidir con usté en cuanto al legado romano. Mientras no deje que nadie trastornado ni horrible baile en el pasillo de su casa, le aseguro que la cosa irá bien.