sábado, 22 de mayo de 2010

Fiestas Mayas y arquitectura efímera


Con respecto al Bicentenario del primer gobierno patrio, no queda mucho que decir, salvo que me gusta ver a la gente contenta por algo. Muchos me dirán qué festejamos, miren cómo está el país, todo es una farsa, etc...pero los aniversarios siempre despiertan reflexiones y para bien o para mal, muchos compatriotas estarán en el tema. Lo mejor que puede pasar es que vos, yo y aquél nos pongamos a pensar qué tal hacemos lo que nos toca, si lo damos todo o no.
La fiesta popular que se vive en estos días atrae, emociona, suscita odios, no deja a nadie indiferente. Por mi parte, creo en la función social de las fiestas colectivas, me parece que algo dejan o despiertan, y que nuestra formación cívica y familiar es, quiérase o no, patriótica. 
Sin duda, lo ideal es que esta fecha no sea un movimiento pasajero aunque, como siempre, seamos expertos en la arquitectura efímera. Desde la publicidad y lo trendy se ha despertado un verdadero boom patriótico -lastimosamente, como en 2002-. He visto escarapelas celestes y blancas de bijou, una línea de Min Agostini con "toques de bandera", el aviso de Cardón (english style con reminiscencias campestres, donde sueña una feliz pareja frente al Cabildo). He visto tantas referencias desde el mercado, los restaurantes y las ONGs, que no sé qué quedará de todo esto. Por lo pronto, y como cada año, habrá un asado ese día, una o dos buenas charlas, buen vino y seguro, ganas de hacer algo nuevo.

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