Ya era hora de avisarlo. Nos hemos mudado a esta nueva página:
http://eugeniaortiz.wordpress.com
Gracias por estar ahí y disfrutar.
locus in mundo
domingo, 12 de enero de 2014
jueves, 22 de noviembre de 2012
martes, 23 de octubre de 2012
Camoatí
Trabajo como una hormiguita, con puestos como sombreros de ala ancha, con la cara oscura y las antenas atentas para no chocar contra las piedras. Llevo las hojas, también al viento. Sólo soy reina de mi hormiguero. He ahí todo acolmenado, almacenado en pequeños rincones. Es un hormiguero sin túneles ni muchas entradas. Todo es sencillo, soledado, y a la vista comemos, tiramos agua, cosemos botones, hacemos de un sofá verde un barco de filibusteros.
Hay muchas hormigas de pan, dice un niño señalando el suelo del comedor después de la merienda.
Otro se para a su lado sobre una silla blanca y dice algo similar, pero en un tierno arameo, también con el dedo tieso.
Después salgo y le explico a serios universitarios la transculturación narrativa con la metáfora de una plastilina no tóxica: mezclas los colores y ya no se pueden separar.
Después encuentro en todos los adultos del mundo un gurí adentro que no fue atendido, al que le dijeron: "no duele, ya pasó, no sentís nada", y a otros cuya madre les contaba cuentos con el velador encendido.
Ahí afuera, una libélula rionegrina, un camoatí sibilante, una hormiga con alas finas y translúcidas que se desplaza a toda velocidad para llegar a tiempo a casa a la hora del tejido.
Hay muchas hormigas de pan, dice un niño señalando el suelo del comedor después de la merienda.
Otro se para a su lado sobre una silla blanca y dice algo similar, pero en un tierno arameo, también con el dedo tieso.
Después salgo y le explico a serios universitarios la transculturación narrativa con la metáfora de una plastilina no tóxica: mezclas los colores y ya no se pueden separar.
Después encuentro en todos los adultos del mundo un gurí adentro que no fue atendido, al que le dijeron: "no duele, ya pasó, no sentís nada", y a otros cuya madre les contaba cuentos con el velador encendido.
Ahí afuera, una libélula rionegrina, un camoatí sibilante, una hormiga con alas finas y translúcidas que se desplaza a toda velocidad para llegar a tiempo a casa a la hora del tejido.
viernes, 19 de octubre de 2012
A lo Mallea
Hoy, después de una clase sobre Borges en la universidad pública uruguaya:
- Ustedes seguirán haciendo cosas grandes por la cultura...
- Tal vez sí, pero nos iremos al tacho de nuevo, tendremos otra crisis, inflación, despidos, desasosiego, y volveremos a sacar las escarapelas, renovaremos el teatro, crearemos cooperativas, otra editorial cartonera y volveremos a hacer cosas grandes por la cultura. Exportaremos a todo el mundo lo que no sabemos parir de otra manera.
Cada tanto me vuele este ataque agónico a lo Eduardo Mallea, sepan comprender. Y lo de la rima es totalmente un descuido. Salud.
jueves, 27 de septiembre de 2012
Lotófagos
Algo tendré que escribir sobre los lotófagos, los que se comen los dulces y jugosos lotos en el viaje a Ítaca y no quiere regresar jamás. Contra el olvido se escribe. Y ahora entiendo un poco más porqué me incomodan los que eligen no volver nunca, los que prefieren rechazar y borrar la tierra de donde salieron y los orientales que sólo leen Newsweek.
Es que el que olvida la patria, olvida el más allá, vo, no hay con qué darle.
Ahora que descubrí como en un rapto el blog de Neuman, y leo sobre las manifas en España y las encantadoras alocuciones de CFK en USA, vuelvo a entender lo de los lotófagos. Desde esta orilla recuerdo, y qué bien me hace recordar, aquel cura en España que por allá, en el 2007, nos desalentaba a donar alimentos en la parroquia, pero cedía aceptar algún paquete, complaciente, si alguno quería seguir haciéndolo "por tener costumbre".
He aquí, y por todos lados, la maldición del olvido también para los comedores de trigo.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
Soma
Llegará el día en que quedará ridículo llamar "pareja" al compañero, y "flamante esposo" será el último grito de la moda. Llegará el siglo que se escandalizará de estas leyes del aborto en humanos tal como mis alumnos se escandalizan del trato del esclavo en un Amasa Delano de Melville; en el que se reirán con sorna por nuestra costumbre de tener gatos domesticados y de luchar bajo emblemas positivistas que la revolución es un sueño eterno.
No habrá otro medio que la bicicleta, y la ecología será una religión sin fines de lucro. Ya nos llegarán los días en que las mujeres, practicando dichos rituales ecológicos con dogmatismo, nos daremos cuenta que los anticonceptivos orales no siguen el ritmo de la luna. Entonces ya sabremos que creíamos, pobres, en un discurso falocéntrico sin darnos cuenta, que las cucarachas sobreviven al agua, y que por la boca muere el pez. También veremos con lucidez porqué nos duele el hombro izquierdo, y el pie derecho, y que somos un todo que no podemos separar nuestros humores del tacón que se nos rompe. Entonces sabremos cuánto peso llevamos en nuestros huesos, sobre qué estamos pisando, en qué idioma endecasila el cuerpo.
No habrá otro medio que la bicicleta, y la ecología será una religión sin fines de lucro. Ya nos llegarán los días en que las mujeres, practicando dichos rituales ecológicos con dogmatismo, nos daremos cuenta que los anticonceptivos orales no siguen el ritmo de la luna. Entonces ya sabremos que creíamos, pobres, en un discurso falocéntrico sin darnos cuenta, que las cucarachas sobreviven al agua, y que por la boca muere el pez. También veremos con lucidez porqué nos duele el hombro izquierdo, y el pie derecho, y que somos un todo que no podemos separar nuestros humores del tacón que se nos rompe. Entonces sabremos cuánto peso llevamos en nuestros huesos, sobre qué estamos pisando, en qué idioma endecasila el cuerpo.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
Pre-textos
Esta no es una entrada en honor a ninguna editorial ibérica. Más bien es una reflexión, en medio del fragor de la semana, sobre la cantidad de entradas que tengo en borrador. Y pienso: qué pasará con la crítica genética cuando se ponga a estudiar en el futuro a los autores de nuestra década y no encuentren sus manuscritos. Tendrán que, además, ser piratas de los sistemas para hackear los portales de los blogs y mirar los pretextos, las entradas que se empezaron a escribir y no se acabaron, las evoluciones. Aunque el word ya nos hizo mucho daño a los amantes de la ecdótica: salvo que trabajes con control de cambios (¡lo adoro!: la maestra Siruela no descansa), esto de los blogs imagino que se convertirá en un soporte mucho más hermético. El tema me lo dejo para mí misma, cuando -mediando los cincuenta- ya no sepa más qué hacer y se hayan inventado otra parva de cosas insignificantes.
De todos modos, la nuestra será una generación que se convertirá en polvo, así que no sé porqué me molesto.
Debo una entrada a un paseo por Nueva Helvecia del fin de semana. Lo haré cuando salga de esta pila de papeles. Y, de paso, porque sé que será comentado: nuestro seseo hace que descuidemos la ortografía: no maestro ciruela, sino Siruela: http://www.lanacion.com.ar/993773-el-refran-del-maestro-siruela
De todos modos, la nuestra será una generación que se convertirá en polvo, así que no sé porqué me molesto.
Debo una entrada a un paseo por Nueva Helvecia del fin de semana. Lo haré cuando salga de esta pila de papeles. Y, de paso, porque sé que será comentado: nuestro seseo hace que descuidemos la ortografía: no maestro ciruela, sino Siruela: http://www.lanacion.com.ar/993773-el-refran-del-maestro-siruela
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