lunes, 7 de mayo de 2007

Barcelona

Teresa y yo en La Pedrera, con la Sagrada Familia detrás

Victor y Teresa en Los 4 gatos
Una carrer del Barri Antic

El frente de la Sagrada Familia

Conocí Barcelona en tres días, con congreso y lectura de trabajo en medio. Me gustó mucho la ciudad, me la imaginaba un poco más ordenada y homogénea de lo que es.Pero,más allá de su aire cosmopolita... es que tiene mucha onda!! Hay un aire bohemio en cada rincón y cada calle. Me quedé flipada (al decir de acá) con las zapaterías, librerías y casas de ropa. Caminé sin rumbo por el Barrio Antiguo, el Barrio Gótico, el Raval, el Paseo de Gracia. Bajé la calle de Aribau como Andrea, el personaje de Carmen Laforet,y conocí la facultad de Filología de la UB, donde estudiaron ambas. Y por supuesto, Gaudí a pleno: la Casa Batlló, La Pedrera (que conocimos bajo una lluvia extraña), Sagrada Familia (la que me quedé mirando atontada) y Munjuic, el monte que vigila la ciudad, que subimos sin respiro y charlando como loros. Parc Guell me quedó afuera, pero será para la próxima. Fui con dos compañeros de doctorado, Víctor y Teresa, y nos la pasamos muy bien. Como los dos habían vivido en algún momento en esa ciudad, me hicieron conocer rincones muy particulares: por ejemplo, el bar El bosque de las hadas (un lugar con decoración de bosque, mesas y sillas enanas, fuentes y fogatas), la iglesia que sobre la que trata el bestseller La Catedral del Mar y la bombonería Bubo, una especie de joyería de chocolate. Así como en Pamplona hay un cura cada dos personas en la calle, allá hay lo mismo de argentinos. Los chicos pamplonicas me iban diciendo: "mira, ahí alguien que habla como tu", pero al sentirlos tantas veces, ya me lo dejaron de decir. También charlé con un chico que es actor y me dijo que le encantaría conocer Bs As por la movida de teatro que hay ahí, que la de Barcelona ni siquiera se puede comparar con la porteña....ay! Yo le contaba copada lo que me gustaba del teatro de allá y me la pasé hablando de Argentina, como hace mucho no hacía, con él y con los otros compañeros de piso de Tere, la hermana de Anita, que me hospedó. Lo que sí me llamó la atención es cómo se habla catalán. Hay gente que no habla castellano en todo el día y hasta les cuesta hablar en el idioma del estado.Me dio una sensación rara eso: realmente parece que uno cruza fronteras de un país a otro, y no paran de hacertelo notar los locales.

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