jueves, 26 de julio de 2007

Zaragoza


Ayer hicimos una escapada a Zaragoza, la vieja ciudad romana (César Augusta), árabe y pilarense.
Fuimos con Armando, Grisel y su
"pollo al
horno", como le dice su hermano. Estuvimos todo el día pateando las calles de esta ciudad, a rayo partido de sol, y la pasamos en grande. Es que, opinión compartida, cualquier ciudad es enorme, maravillosa y distinta al lado de nuestra Pamplona.

A mi me gustó mucho porque tiene mucha mezcla. Por un lado, se parece a Madrid, por el otro, a Barcelona, pero toda su personalidad se concentra en el hermosa y enorme basílica del Pilar, en las ruinas romanas que salpican la ciudad y en los impredecibles restos árabes: arcos, fachadas, ventanas y hasta velos inmigrantes por doquier (más musulmanes de los que vemos en general).

Yo creo que dos grandes anécdotas del día fueron mi explicación de las termas frente a un teatro romano (chocha con mi comentario de cómo eran los baños públicos hasta que mis compañeros me confesaron que era un teatro derruido) y la historia de la madre María Rafols.

Resulta que Grisel fue a un tal colegio Santa Ana de Caracas toda su vida y la fundación de esa congregación es de Zaragoza. Estaba re emocionada por estar ahí en el Pilar y se la pasaba buscando rastros de la fundadora: el hospital donde trabajó, la calle donde caminó, el árbol que le dio sombra, etc.

Buscando el gran palacio de Aljafería, nos encontramos de pronto con la calle "Madre Rafols"...seguimos andando (mientras que Gri entonaba el himno a la Madre y del colegio) y topamos con una iglesia semiocoulta donde un cartel refería la historia de la monjita. Al lado había un típico portón de colegio abierto y nos asomamos para ver qué podíamos encontrar...y entonces vimos el busto de la madre famosa y una iglesia repleta de monjas de Santa Ana cantando angelicalmente!!! Después del desesperado rapto de emoción que la llevó a Gri a meterse hasta el que era el despacho de la Madre, nos contó la historia de la Rafols que hasta tuvo una entrevista con Napoleón (!!).

Entonces comenzó una disputa de himnos de colegios y que si los del Champa (Armando fue a ese colegio de Caracas) y los de La Salle...hasta que se nos pasó la hora andando sin haber podido conocer bien el Palacio árabe.

El día fue caluroso y muy soledado, así que ya verán que en las fotos (hagan click) aparecemos achinando los ojos cada dos por tres.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial.

Por la Virgen del Pilar esa ciudad ha de ser también la cuna espiritual de otra congregación muy conocida por nosotros. Una hermana tuya te lo podría contar mejor...

Una pista.

Santiago dijo...

No se desgasten en cánticos y oblaciones a santos truchos...Santo hay uno solo y se llama Juan Bosco...

Ale's mom dijo...

¡¡jajajaja!! Es totalmente cierto. Qué bueno escuchar la historia contada por otros. Fue un viaje estupendo, a pesar de que el chofer del bus de vuelta no encendía el aire acondicionado.
¡Que viva la Virgen del Pilar!