La tierra invertida

Encontré esta vieja foto en mi carpeta amarilla y la puse como fondo de pantalla de mi portátil. Así que ahí están, chics, mirándome cada día...buen, hasta que la melancolia me lleve a cambiarla! (Magda, las manos que están debajo son las tuyas y las mías).

Ayer Erik, amigo nuestro de Tucson, Arizona, me saludó por la uni con un "estuve en tu tierra invertida", con su español cavernoso. Me reí un rato con esta imagen, así como él lo entiende, que Italia es nuestra tierra invertida, porque como me dijo "ustedes son italianos que hablan español". Al margen del lugar común, parece que está fascinado con nosotros, los de la Little Italy, y con los tanos y su generosidad despampanante, porque más de una vez comió gratis en las trattorias por el sólo hecho de ser él mismo. Un gran tipo este american, "estadounidense", como él dice, por no desalojarnos lingüísticamente de nuestro continente, como lo hacen casi siempre acá.

Ayer hablé con Brei, Ceci, y me quedé tan contenta! Lo hago público, Brei, porque las dos horas de charla fueron el café que tanto me faltaba hace tanto tiempo con vos. Fue ahí cuando le tiré la idea de que empezara su propio blog: si, soy la típica fanática que expande su idea por doquier. Siempre sirve este lugar, como el cuarto propio de Virgina Woolf, el que le da nombre a inumerables webs como ésta.

Les recomiendo una canción "Vienes con el sol" de Alejandro Fillio. Tiene sus años, pero no caduca nunca. Son de esas cosas que dejan eco, eco y más eco, como esta foto.