
Y yo que me sentía afectada cuando algún europeo decía "eso, eso es tercermundista", para referirse a algo precario y atrasado. Quien me hablaba no se daba cuenta mi verguenza ajena, mi sensación de descoloque, mi mirada de tercermundista acomplejada. Ahora, cada día lo veo un poco mejor. No se trata ni de civilización ni barbarie, ni 1º o 5º mundo...que las cosas pueden ser buenas o mediocres, violentas o pacíficas, en Lesotho o en NY. Dame un garrote y te daré 20. Dame una noticia salvaje (violencia, terremoto, pobreza) y te daré la única imagen que un noticiero local puede darte de un país.
Mi tendencia a la ironía iba en descenso de un tiempo a esta parte, pero la prensa española y la idealización de Europa del extra-comunitario incentivan ese rescoldo punzante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario