jueves, 24 de enero de 2008

Delitos de imitación

Es imperceptible. Usurpamos, a destajo, muecas, tonos, palabras que otros tienen como marca personal. Suele pasar, inasible, cuando amamos a alguien...nos copiamos de sus cosas, nos sorprendemos hablando como ellos, usando sus fraseologías y adjetivaciones (o las metáforas cuanto-más-locas-más-efectivas de Pecé).

Fran Fine ya lo decía, en un acceso de inquietud,
Mom, go out!,
y se escuchaba a sí misma hablar y pensar como su contundente rubicunda madre.
A veces, darnos cuenta de esto nos delata. Una voz desde dentro parece retumbar:

Sos parte de mi.


No hay comentarios.: