Vengo perdiendo sutileza. A veces me encuentro con la horma de mi zapato diciendo las cosas directa, sin arreglos, sin avenidas de circunvalación. Yo creo que es esta tierra. O también, la convivencia con el-otro que clama por la claridad.
He elegido el sistema de amistad masculina. Esa que implica "no hablamos nunca, pero cuando lo hacemos, es como si nada". Esa que va sin reproches, sin conteos de amistad, sin autorreflexiones de esas que nos gustan tanto.
Pero a veces, la realidad. Una llamada que dura dos horas. Un como si nada, una sorpresa por hablar tan cómoda y cercana...una llamada de atención... Hace mucho que no sé de vos, le dije.
No estoy muy bien... se te tendría que haber ocurrido, ¿no?
Y, sí...
4 comentarios:
No achaques a la tierra un carácter que -me juego algo- tienes desde antes de nacer. Te voy a regalar mi camiseta con un dibujo enorme; ahora no puedo ponérmela porque me parto de risa cada vez que la veo.
Mómoooo:
Esta mañana, mientras venía a la uni, pensaba en tu posible comentario. Algo así como: ¿a que te estás haciendo más directa? y eso de...
"te iba a preguntar si podías llevarme en coche a casa, pero no quería preguntártelo porque ahora creo que no..." (¿?)
Qué buena sos!
Me encanta la forma sudamericana de decir "¿Podría usted ponerme un café, por favor?", pero tenemos que reconocer que a veces la navarra "un café" es mucho más práctica.
¡Pobre Mònica! Ojalá Joana le regale una camiseta bonita para el día de la madre.
Un beso.
Esa nuca me suena conocida.
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