En Pamplona llueve y hay crímenes perfectos en la biblioteca. Un cartel lo atestigua. Lindos o feos, son robados impunemente. Nada de computadoras o celulares, acá desaparecen paraguas. Y mirá que robar paraguas en abril y en Iruña (siempre) es peor que pisar a una vieja. Un crimen de lesahumanidad.
Desde hace meses, vengo con la idea de escribir un libro con el título de esta entrada. Pero que no tenga ni un punto en común con la cuestión histórica de la confederación nacional, sino que hable de otras cuestiones. Eso sí, siempre hay cosas de lo más divergentes que se relacionan. Esa injusticia porteña del gordito de la pelota (todo el comercio para mi, que el interior se muera) y el egoísmo por no querer que el otro sea como es...o conocerlo como es. Y viceversa.
Los ríos, los objetos extraídos, la lluvia que revienta contra los capots y se cuela por la suela gastada de mi zapato.
Hoy estoy así.
1 comentario:
Primavera, querida estacion. Llueve casi todos los dias y encima no para.
Por suerte no he tenido que sufrir ningun tipo de delito por mi paraguas, lo que si, me molesta tanto llevarlo que en casa siempre faltan y en la oficina estan todos los que deberia haber en casa.
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