sábado, 28 de noviembre de 2009

La Virgen con peluca


Una de ellas escribió un mail largo donde contaba las peripecias de su nueva ciudad y las divisiones internas, y lo sola que se sentía siendo joven, madre y creyente: sustantivos incompatibles en ese rincón de la Punta. La otra recomendaba el eneagrama; la tercera, unas jornadas buenísimas y la cuarta va a mandar un libro desde Pamplona, en respuesta a varios mails desesperados: ¡necesitamos lecturas que nos hagan bien! (esta cuarta no soy yo, aunque estaría bueno imitarla). Estas cadenas de mails incoherentes y divertidos me mostraron que todavía sigue vivo eso: lo que empezó en casas familiares por las que entrábamos a deshora, y en las que teníamos un cepillo de dientes y un camisón reservado; lo que siguió en medio del cementerio de flores de papel de Maimará, o en la plaza mayor de Tilcara, cuando todavía quebrábamos eneros.

En correspondencia paralela recibí la imagen de una Virgen con peluca que en otro momento podría haberme parecido fea, pero ahora no. Venía de Barquisimeto, con una foto colada de un impresionista local.

Así volvimos del desierto.

2 comentarios:

Unknown dijo...

IDOLAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!
respiro aires ducles y gentiles de amistad...:)

habra "chingus 2010" ???se acuerdan cuando en el 2005 nos preguntamos : " q se imaginan haciendo dentro de 5 años?"

Mae Ortiz dijo...

Ja, Brei!
Qué pregunta terrible...y lo terrible es que no sé qué respondí. Baccio.