martes, 17 de noviembre de 2009

Un pendiente colgando de la India


Con esa misma cara (¿dura?) cingalesa cuenta las anécdotas más dolorosas de su familia con humor. Hasta las borracheras y delirios de su padre, la capacidad de su madre de exagerarlo todo y de convertir en mitos historias corrientes, y la muerte garcimarquina de su abuela Lalla, con la que se conecta especialmente a lo largo de la historia (ella y las flores que robaba de todos los jardines públicos; su pecho de esponja que el perro se comió).

No hay odio, ni trauma ni escarbar en los complejos: aquí hay luz y belleza, y una vida entendida a la ligera y a la profunda, llena de ironía. Ésta es la autobiografía de Ondaatje que me devoro de nuevo y que entiendo más (¿qué es lo que cambió acá adentro en cuatro años? No sé, pero ahora todo lo que cuenta me hace reír).

Una de dos: o su familia se enojó para siempre después de este libro (muertos de rabia y de vergüenza) o, desde el principio, se desternillaron con él.

Lean, huelan, disfruten Running in the Family (al español, Cosas de familia).

3 comentarios:

Primo Juani dijo...

Como soy un fanático del mapamundi me gustó eso de "un pendiente colgado de la India". Es Sri Lanka.

Luego fui a Internet y me enteré de otros datos, entre ellos, que su particular forma y su cercanía a la India hicieron que se la llame la «Lágrima de la India». (Wikipedia)

Pero claro, qué bien acomodado al tono de la historia tuya que pase de ser lágrima a pendiente, ¿no?

Mae Ortiz dijo...

Juan: ojalá la expresión y la historia fuesen mías! Son las dos de Michael Ondaajte, un escritor cingalés-canadiense...Mi entrada viene a ser un resumen-impresión de esa lectura, por demás, fascinante. Y sí, a la historia de M.O., más que lágrima, tal cual, le corresponde el "pendiente", bijou, adorno.

Mae Ortiz dijo...

Ondaatje, corrijo mi comentario. Se me chispoteó el orden de la j y la t.