miércoles, 31 de marzo de 2010

Pesaj

En Buenos Aires y en Montevideo vivimos en barrios judíos. La vida en comunidad con nuestros hermanos mayores me resulta de lo más familiar. También de chica vivía en un barrio con mucha presencia judía y me aprendí de a poco a ubicar en el calendario sus fechas, saludarlos oportunamente, y hasta jugué en casa de nuestros vecinos, que en el lugar donde nostros colgábamos el cuadro de la Virgen, ellos tenían las tablas de la ley. 
Pero en B.A. nuestro barrio es de judíos ortodoxos y en estos días celebran el Pesaj y me cruzo a toda hora con grupos de familias elegantísimos: ellas con sus pelucas, ellos con sus sombreros y filacterias; ellas me dan calor, como diría mi hermana, porque van enfundadas con polleras hasta el tobillo, y camisas manga larga y chaquetas y boinas con estos treinta graditos de nada. Me gusta esa manera de vivir sus fiestas a todo trapo, hasta con brillos. Que se note por fuera...que se note.
En una casualidad hebraica, me estoy devorando por estos días Patrimonio de Joseph Roth. Leo fascinada porque al fin me encuentro con una escritura contemporánea que se mete en el dolor, la vejez y la decadencia física de una manera descarnada pero lúcida. Todo en el aire y en la letra tiene sabor a Pascua.

1 comentario:

Unknown dijo...

Léete, cuando puedas, Job de Joseph Roth. Extraordinario.