He aquí un auto en la puerta de mi casa. Un ejemplar que todavía funciona, por supuesto, con patente vigente y papeles, y que colabora con el toque singular de esta ciudad. Unas exhuberantes veredas que le harían soñar a Humboldt con su amado Orinoco, una hojarasca permanente (árboles de hojas perennes, calles de hojas muertas). Urbe que sin esfuerzos está de moda, en la estela de lo retro, un ejemplar de la auténtica cultura vintage. Donde el mapa se dobla en dos, donde se viven todas las edades de los siglos de la humanidad a la vez y en dulce concierto. Ahí, el misterio de unas doce mil fachadas conviviendo en una misma avenida, carteles pendiendo de un hilo de óxido, un punto cochambroso en el fleco del mundo, lugar entrañable para ser feliz.
Foto: pececitoparla.blogspot.com
Foto: pececitoparla.blogspot.com
3 comentarios:
¡Exijo el copyright! Ladrona, típica chantuna latinoamericana. ¿Eso es lo que me vas a enseñar?
La foto es de un DKW Junior que se fabricó entre 1959/63. Tuve el placer de verlo en marzo frente a tu casa. Lo tienen mantenido "caseramente", pero luce blanco tradicional y el escudo de la ADAC (Automovil Club Alemán) Evidentemente un " tuerca". Vean en Youtube " DKW Junior Autounión Werburg"
publicidad de la fábrica cuando lanzó el modelo ... Imperdible! Gracias por tu aporte a mi nostalgia
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