La verdura fue volcada de la olla al escurridor. El agua caliente salió por debajo del colador a raudales, dejando un aroma a zapallos y boniatos hervidos y salitrosos. El vapor se elevó, chocó contra el mueble encimero, y F. lo miró ascender con concentración. Extendió las manos, hizo un semicírculo con ellas y quiso agarrar el humo blanco. Lo alcé y siguió intentándolo. Después se bajó, fue hasta el ventanal de vidrios empañados y dejó sus marcas de dedos y boca en la superficie fría. Se dio vuelta, se sacó las medias y empezó a limpiar con ellas todos los muebles del living y mi pierna izquierda, tranquilo y seguro de haber aprendido algo nuevo.
jueves, 8 de julio de 2010
El ciclo del agua
La verdura fue volcada de la olla al escurridor. El agua caliente salió por debajo del colador a raudales, dejando un aroma a zapallos y boniatos hervidos y salitrosos. El vapor se elevó, chocó contra el mueble encimero, y F. lo miró ascender con concentración. Extendió las manos, hizo un semicírculo con ellas y quiso agarrar el humo blanco. Lo alcé y siguió intentándolo. Después se bajó, fue hasta el ventanal de vidrios empañados y dejó sus marcas de dedos y boca en la superficie fría. Se dio vuelta, se sacó las medias y empezó a limpiar con ellas todos los muebles del living y mi pierna izquierda, tranquilo y seguro de haber aprendido algo nuevo.
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3 comentarios:
Inteligente, curioso, trabajador... ¿y te preguntas por qué lo quiero tanto?
qué divino el enano!! me encantó en especial la parte en la que limpia los muebles y tu pierna...con sus medias!! lo genial es que hay poco que explicarle, su intuición no tiene límites...
besos!
El ciclo del agua y de la vida. Genial.
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