martes, 15 de abril de 2008

Vivir en un tupper

Lo digo sin ambages: soy un producto de la educación privada. Mi experiencia en lugares públicos se reduce al Centro Cultural Rojas y, más recientemente, a la vida pamplonica de auditorio, biblioteca y teatro municipal, de la que me nutro casi gratuitamente. Pero, a pesar de mi condición de masa burguesa, nunca tuve problemas de llevar mi almuerzo en un tupper. Colegios privados, universidad privada, extraescolares privados: nunca nadie se dio vuelta para mirar esa cajita de plástico con la comida de mamá.

Cortando con la rutina local de almuerzo + siesta, de 14 a 16, un numeroso grupo de sudacas comemos en el bar de la biblioteca. Pero, desde hace una semana, llegó la prohibición: no se puede traer comida de casa y morfarla en ninguna dependencia de la universidad. Esta ley se levantó por exclusión: el único lugar donde no se impedía la vianda, comenzó a hacerlo. Amigos europeos nos acompañaban en nuestra experiencia-tupper, pero lo hacían con un poco de pudor (en España no está bien visto... nos decían escondiendo el alimento envasado).

Más allá de la anécdota, asumí la causa y estoy juntando firmas para pedir un espacio público donde comer comida casera, sin censuras, como tienen otras depenencias de la Uni. Somos varios que estaremos felices de no gastarnos entre 3 y 8 euros en almuerzos cada día. Tenemos derecho a la vida de camping sucadaca y preferimos trucarla por un fin de semana de cañas y cine.

Ya lo decía mi vieja: Vergüenza, sólo robar.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Iba a poner que es bien de pais capitalista primer mundista eso de prohibir comer comida que no sea del local de venta, pero despues me acorde que aca en USA es comun que la gente coma la comida que se trae de su casa en tupper.

Es mas, nunca me imagine ver tanta gente comer en una plaza o mientras camina. Quizas haya tantas cosas para hacer que ya ni tiempo para sentarnos a comer y charlar tenemos.

No me parece rara la decision de prohibir comer comida que no sea del local de comida, lo que si me parece raro que no haya un espacio donde solo haya mesas y sillas para que la gente que no quiere gastar 10 euros por almuerzo pueda disfrutar de una comida casera y una charla con amigos.

Si se puediera, yo tambien firmaria el petitorio.

Raymunde dijo...

Adelante, capitana!! Por ti, hasta el fin!!!!!

Vivan los tuppers reunidos y con todas las de la ley! ¡Vivan!

Anónimo dijo...

¿A dónde hay que firmar? No aflojes nena, que sólo se gana lo que se lucha. Además no saben lo que se pierden. El sabor dilatado por unas horas dentro de un "taper" es incomparable. Besos!

Ale's mom dijo...

Roja, roja, roja es la bandera... como es la sangre, de la clase obrera.

Unknown dijo...

Aunque yo siempre vaya a comer a casa, cuenta con mi firma.
Besos.

Anónimo dijo...

Por la presente anotamne con una firma digital...

Andanhos dijo...

Dale... ¡golpeemos nuestros tuppers!

Santiago dijo...

No hay nada mas rico, además del tupper, qu el sangüche de la panadería de la vuelta... de donde sea... Mis incrédulos UCAcompañeros no conocen de esas delicias...

Larga vida al vacio-pan de la parrilla al paso de taxistas!!!!