lunes, 17 de agosto de 2009

La playa de los guijarros estultos



Una novela que empieza con esta frase: "Eran jóvenes, instruidos y vírgenes aquella noche, la de su boda, y vivían en un tiempo en que la conversación sobre dificultades sexuales era claramente imposible" tiene, en el siglo XXI, un verdadero gancho. No sería lo mismo si empezara con un "Era el 2009. La gripe A y una crisis económica acechaban todo el planeta", aunque nunca se sabe. Pero así y todo, Chesil Beach me dejó totalmente decepcionada. Es McEwan, pensé, y tiene que encandilarme, gustarme, enamorarme, pero no.

Lograda la reconstrucción de época (principios de 1960), logrados el ambiente burgués y el airecito europeo anterior a que los Beatles se desmelenaran. Un tiempo en el que ser joven era una debilidad que debía remediarse, lo antes posible, con el casamiento. Todo esto es un hallazgo, igual que algunas metáforas (tal vez, excesivas) y algunas situaciones de inseguridad personal muy bien descritas. Pero, ¿qué hay después de esa relación construída sobre malentendidos y rematada en boda por incontinencia? ¿Qué pasa con ese final débil, escéptico y magazinero?

Un amigo me dijo que tenía un final muy fuerte (que incluso hubo gente que -literalmente- tiró el libro a la basura antes de terminarlo), pero que era una novela muy buena. Entonces me tragué las páginas para probar cuán fuerte me parecía a mí ese final y, no sólo no encontré lo terrible, sino que lo leí casi sin darme cuenta. Siempre desconfiando de mi impericia, le eché la culpa a la traducción o a mi incapacidad: seguro hay algo que yo no entiendo, o que percibo y no puedo explicar, o que no sé apreciar, como me pasó la única vez que fui a ver una corrida de toros. Pero no.

Lo peor, tal vez, es que el autor no se toma en serio a sus personajes. No es que se ríe de ellos, un efecto que sería un logro, sino que los trata de inútiles perdidos. A cada párrafo, parece estar diciendo -hasta que realmente lo dice-: ellos eran ingleses, reprimidos y francamente estúpidos.

3 comentarios:

Pecé dijo...

Convengamos en que al menos tiene un punto de vista bastante objetivo sobre lo que son los ingleses. ¿no? ¿O hubieras preferido "eran una mezcla de piratas aristocráticos y escépticos alcohólicos... eran brits"?

Flora dijo...

A mí personalmente me convenció bastante Atonement (Expiación), aunque eché de menos la dimensión trascendental de los personajes e incluso, del núcleo dramático mismo. La pregunta que deja no es para despreciar, ¿puede la escritura -como vehículo- redimir las oscuridades internas? No sé.
En cuanto a la definición de los ingleses, creo que es un zapatazo al ángulo izquierdo. Saludos!

Mae Ortiz dijo...

Flora: sí, me han hablado muy bien de otras novelas de McEwan, por eso no pierdo la esperanza. No digo que no sea cierto lo de "ingleses reprimidos...etc", pero me niego a que sea la única explicación del asunto!