lunes, 22 de febrero de 2010

Motivos de Proteo

Venimos estudiando el mapa de Montevideo hace meses y cada vez me hacen sonreír más los nombres de sus calles. Algunas coinciden con nombres de calles porteñas (sobre lo que un porteño recalcitrante diría "ah, pero qué copiones"), otras son originales a pleno. Por ejemplo, hay una calle llamada "Bartolito Mitre", dedicada no al presi, sino a su hijo. Interesante lo de Bartolito, suena a almacén de barrio "Lo de Yoli". Pero hoy morí con una dirección que me pasaron:  Calle Palmas y Ombúes, entre Grito de Gloria y Motivos de Proteo. 
Esos Motivos de Proteo (obra de José Enrique Rodó) son la inspiración de estos días: el paso del tiempo, el cambio continuo; esas arruguitas nacientes, ciertas tiernas calvicies y, especialmente, esas dudas que surgen en el corazón del amigo que son trampolines de la madurez.

3 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

En Buenos Aires te pueden pasar cosas de lo más surrealistas, como estar en Camarones y Hungría. O en San Juan Bautista de La Salle y Recuerdos de Provincia.

Pero sin duda que "Motivos de Proteo" es un nombre de calle inigualable.

Fernando dijo...

Querida doctora:

Intuyo que buscas en Montevideo con una finalidad práctica. Si no es así, si lo haces por mero placer estético, te recomiendo que te des una vuelta por el callejero de Sevilla:

Pureza, Amargura, Amor de Dios, Hombre de Piedra, Campana, Pajaritos, Vírgenes, ... ¡República Argentina!

Melusina dijo...

Los trampolines a la madurez mezclados con el descubrimiento de un nuevo hogar nombrado en esas calles surrealistas me hace pensar que la banda oriental los está recibiendo bien. Muchos besos.