domingo, 5 de septiembre de 2010

En las manos de un nene suelto por la casa, una birome se convierte en un arma de destrucción masiva y  nuclear.

3 comentarios:

Andanhos dijo...

A lo mejor, le gusta escribir...
Y las palabras a veces pueden llegar a convertirse en armas.
Besos a los tres.

Juan Ignacio dijo...

uh

ja

(arte, arte, es cuestión de puntos de vista)

mòmo dijo...

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