Edu, el bichicome que duerme en un hueco de la puerta de entrada del apartamento, empinaba el tetra violáceo y vestía su swetter verde en pleno verano. Nos saludó al entrar en casa, hacía un mes que no nos veíamos.
-Hola, qué tal, yo...acá estoy. Ya volví de vacaciones.
F. aprendió a saludarlo siempre y se queda extrañado cuando no lo ve, quieto en su hueco, escuchando radio a todo volumen, como un vigía de nuestras entradas, salidas y de esas entradas/salidas que son los olvidos.
1 comentario:
"Bichicome", guau.
Y tienen vacaciones los bichicomes, guau.
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