miércoles, 19 de diciembre de 2007

Escapar del agüero


Hay una amiga de estos pagos que se ríe de mi y le estoy agradecida. Yo que siempre supe que mi vida era ridícula, tragi-cómica, y que era/soy muy torpe con la misma. Desde hace unos meses, ella me ayuda a superar esta tendencia -que podría resolverse en depresión o en llanto- convirtiéndola en humor, mucho humor. Creo que es su mejor remedio. Se ríe de lo que me pasa y así me ayuda a exagerar mi desgracias, punto al que llegamos con la carcajada en la boca las dos.

Esto nos pasó hoy durante una comida en la que escuchamos un comentario que nos aludía y nos enfrentó a una verdad: "o nos reimos de esta indirecta o nos emborrachamos". El vino estaba bueno y le hicimos honores largos. No llegamos a estar beodas, ni hablar, pero completamos los dos puntos de la disyuntiva y canalizamos las penas también a risotada limpia, tratando de ser fuertes, prometiéndonos que ese presagio no nos haría flaquear. Escapamos del mal agüero bajando una escalera en bicicleta.

1 comentario:

Ale's mom dijo...

Sí que nos la hemos pasado bien riéndonos de nosotras mismas... de nuestras torpezas... y del desánimo que a veces dan los comentarios de otros. ¡Salud, por las carcajadas sinceras!