La pequeña Claudine habla de los veinte tomos de El tesoro de la juventud en los que conoció el mundo entero. Su entrada hace eco de una experiencia similar: en la época en la que leía diccionarios como sucedáneo de la siesta, descubrí en casa de mis primos Lo sé todo y Lo sé todo de América, una magnífica enciclopedia infantil ilustrada a-todo-color. Eran muchísmos tomos y en ellos conocí la infancia de Amadeus, la vida de Hellen Keller y Annie Sullivan, la historia del calzado. Su verdadero chozno, la wikipedia, en la palma de la mano.
De aquellas páginas opacas tomé la primera imagen de muchas cosas y supe que los inventos son, casi siempre, casualidades. También hice mis primeros viajes por el mapamundi. Actualmente conozco ciudades en sueños (como Montevideo) pero, en mi infancia, supe visitar Caracas. Esta confesión se la hice a Gri hace unos meses, cruzando una avenida de Donosti:Caracas es una ciudad de los años 50, con pozos de petróleo y chevrolets rojos,
le dije convencida.
Grisel frunció los ojos como ella sabe hacer,
pero qué me dices, pueh.
Creo que nunca leyó los tomos-a-todo-color.
4 comentarios:
¡Yo tenía esa "Lo se todo" si no me equivoco! Y lo que son las cosas, ¡mi papá se compró hace poco los 20 tomos de "El tesoro de la juventud"!
Saludos.
ja, sí, la casa de mis primos era la tuya. De hecho, esos tomos fueron donados por tu madre a nuestra casa y nostros los volvimos a donar, hace unos años, a la hija de nuestra portera. ¿Quién sabe? Tal vez me los compre, los mismos, dentro de unos años.
Euge, esa es la Caracas de tu tocaya María Eugenia Alonso -mi querida Ifigenia- en la que me he estado paseando y paseando, entrado a las casas y tropezando por las calles durante los últimos meses. Cuántas coincidencias.
querés saber algo inceíble? una compañera mía del máster en gestión cultural es una de las fundadoras de las petit claudine.... jajajaja
qué mundo de espanto, será por eso que lo quiero tanto!!!!
besos muchos
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