lunes, 11 de agosto de 2008

Familia rodante




Esta historia comienza chiquita, como todas. Ya tiene más de tres meses. No voy a hablar en semanas, porque sólo aquellos que pasaron por el lunario maternal saben de qué se trata. Pero ya tiene meses y aletea y me deja la panza dura por las mañanas, y se estira por dentro, como haciendo gimnasia, abriendose camino.

Hace tiempo que hablamos y que le hago hablar a través de burbujas inventadas, con voces muy raras, como de Nemo carrasposo; aunque ya tiene su propia voz, su identidad. Sus huellas digitales y sus uñas nuevas. Esta semana le toca hacer muecas y llevarse todos los dedos a la boca (dicen), y tomarse el líquido que encuentra por ahí.

Ya se dio cuenta que llega a una familia rodante. Conoció Santiago, Montevideo, Bs As, Burgos, Madrid y Pamplona. Viajó en avión, tren y micro.
Nos oye hablar de cosas que todavía no conoce y nos acompaña a cada lugar con un silencio que será ruido y zarandeo.

*foto: gentileza caravana-polo.iespana.es

4 comentarios:

Lady Kelvin dijo...

Felicitaciones! Ese aleteo, inconfundible, es la molestia más hermosa que me haya tocado sentir alguna vez. Disfrutalo!
Saludos.

mòmo dijo...

Lindo, lindo... ¡disfrutadlo!

Anónimo dijo...

¡Vayan felicitaciones de toda la familia, que no pudimos dártelas personalmente!

Raymunde dijo...

Qué ganas de conocerle ya al Pececito!